Se encuentra a 678 m.s.n.m., a escasos 2 Km. de Samo Alto, muy cercanos a la ruta principal, se ubica este hermoso sitio que impacta tanto por su belleza paisajísticas como por sus características particulares en el arte rupestre.

Es una pequeña quebrada con una roca muy erosionada por el agua, la cual conforma una seguidilla de pozas labradas en ella, otorgándole un atractivo especial. Sobre esta superficie, se dibujaron los petroglifos con una técnica de picado simple, casi en la horizontal del curso del agua, sobre un tipo de roca de formación geológica secundaria, muy quebradiza y frágil, por corresponder a capas estratificadas. Los motivos son figuras humanas, camelidos (guanacos o llamas) y geométricos estilizados, entre otros. Eventualmente, se puede atribuir al periodo Arcaico Tardío, perteneciente a cazadores recolectores que habitaron en forma paralela o con una mayor data que el Complejo Cultural El Molle, con una antigüedad superior a los 2000 años aproximadamente.