Enclavado en las estribaciones andinas de la región de Coquimbo, el valle cordillerano de Río Hurtado esconde, piedra a piedra, cerro a cerro, una historia de largo aliento. Aquí yace una antiquísima historia, cuya crónica se escribe en la forma de rocas y cordilleras que, si bien están a la vista y alcance de todos, esconden enigmas que deben ser descubiertos. Uno de estos enigmas se esconde en el actual Monumento Natural Pichasca, área silvestre protegida que desde hace década resguarda la Corporación Nacional Forestal, parque cuenta con un importante patrimonio paleontológico, geológico y arqueológico, declarado Monumento Nacional en 1969. La geografía del lugar es testimonio de las transformaciones de la tierra, dejando al descubierto importantes vestigios de eras antiquísimas, muy anteriores a la emergencia de la vida humana.

En vista de la importancia de este espacio para el desarrollo local, la Municipalidad de Río Hurtado declaró en 2023 a la comuna como capital nacional de la paleontología, contexto que permitió la elaboración de este material educativo en el contexto de un proyecto ejecutado por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos gracias al financiamiento del Fondo de Interés Regional de Medio Ambiente del Gobierno Regional de Coquimbo, y a la colaboración de científicos del Núcleo Milenio en transiciones evolutivas en mamíferos tempranos, de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica de Chile.